Una de las principales problemáticas del periodismo de este país es que gran parte ha estado de rodillas al poder –con rescatables excepciones, por supuesto–, y en este episodio lo de Duzán fue un cúmulo de afirmaciones irresponsables, sin contraste, con saña, sin cuestionar al poder, con una agenda clara, sin buscar la verdad y con la desidia que caracteriza los medios tradicionales, ombliguistas y vergonzosos de Colombia.