Alexander Baquero es inepto
#Opinión
21/06/2024
Por: David Díaz
Empleo el concepto de ineptitud porque considero que es el más adecuado para definir al alcalde de Villavicencio Alexander Baquero. Sé que puede ser tomado como insulto y aprovecho esto como excusa para manifestar mi intriga de esa extraña aversión de algunas personas con la ofensa; una peculiar fluctuación entre las mal llamadas “buenas maneras” y ese afán reduccionista de categorizar todo como “bueno” o “malo”. Podría insultar al alcalde por diversos motivos, principalmente por abanderar una política retrógrada o por ostentar la mediocridad y la improvisación como derrotero de su gobierno, sin embargo –en este caso– es él quien ofende a la ciudadanía y a su inteligencia.
Se logra comprender el insulto a su inteligencia –porque cuando algo es tan ínfimo parece inexistente–, pero no se puede permitir la arbitrariedad con la que Baquero pretende gobernar la ciudad. Asevero que el alcalde es inepto por la manía de no aceptar su ignorancia, lo que no es raro si recordamos que cuando se le preguntó el motivo por el cual no ha instaurado las denuncias por las inconsistencias en el empalme con la administración pasada; su respuesta fue que no quería dedicarse a leer y a estudiar. Ese es el nivel de ligereza de Baquero.
Sin embargo, el alcalde ha demostrado ampliamente que su estupidez puede ir mucho más lejos. Desde que inició la actual administración eran cotidianos los rumores de que Baquero aseguraba que a él le correspondía realizar la revisión de largo plazo del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), lo que no es otra cosa que afirmar que en su periodo se construiría un nuevo POT; lo cual es completamente falso y va en contravía del marco legal. Como es habitual, siempre me remito a elementos fácticos; por lo que evidentemente no escribo esto por dichos rumores, sino porque Alexander Baquero ya dio el paso en falso y lo dijo públicamente.
El pasado 26 de abril –en la socialización del Plan Plurianual de Inversiones– Baquero aseguró que: “a esta administración le corresponde el plan de ordenamiento de largo plazo y lo vamos a llevar a cabo (…) es mi deber como alcalde de la ciudad hacer el plan de ordenamiento y creo que es una necesidad imperiosa hacerle los ajustes”. En múltiples columnas he dejado clara mi postura frente al POT de Villavicencio, sus vacíos e irregularidades, de hecho, desde el primer intento de ajuste he insistido en la necesidad de una revisión estructural, pero no bajo la equívoca premisa de Baquero de asegurar que a él le corresponde la revisión de largo plazo, sino por la falta de soporte técnico de esa herramienta normativa.
Socialización del Plan Plurianual de Inversiones – Abril 26 de 2024.
Si algo es claro en torno al ordenamiento territorial de la ciudad es que el POT tiene unos indicadores de ejecución precarios; su apuesta de un cambio de modelo de ocupación no se ha ejecutado, lo que en términos conceptuales es positivo porque la visión de ciudad plasmada en ese cuerpo normativo es tan deplorable como los gobernantes que han ostentado el poder en Villavicencio. En los tres años y medio que quedan de la última vigencia del POT lo apremiante es corregir los errores de la norma urbanística, subsanar las irregularidades de uso del suelo e implementar los estudios ambientales; lo que –con un proceso de participación ciudadana efectivo– se podría realizar de forma expedita.
La arbitrariedad de Baquero no solo radica en evadir los vacíos técnicos y teóricos del POT, sino en desconocer lo estipulado en el numeral 5 del artículo 28 de la Ley 388 de 1997, modificado por el artículo 120 del Decreto Ley 2106 de 2019: “5. Las autoridades municipales y distritales podrán revisar y ajustar los Planes de Ordenamiento Territorial o sus componentes una vez vencido el período constitucional inmediatamente anterior”. En pocas palabras, si hablamos de la revisión del POT por vencimiento de vigencia; a Baquero le corresponde realizar la de mediano plazo porque fue la que ya se venció dado que el periodo de largo plazo va hasta el 2027. Es decir que es la siguiente administración la que podría llevar a cabo la modificación y ajuste que pretende hacer el alcalde.
No es extraño que el alcalde omita las copiosas irregularidades del POT; cabe recordar que –en el nefasto gobierno municipal de Juan Guillermo Zuluaga– Baquero como concejal fue el coordinador ponente del proyecto de acuerdo que aprobó esa herramienta de ordenamiento territorial y la defendió de manera irrestricta. Su recalcitrante postura es –como mínimo– irónica, pues más allá de que constantemente se jacte de su especialización en derecho público y derecho urbano; y de que en campaña se la pasara vociferando que él sí tenía la experiencia para gobernar la ciudad, lo cierto es que Alexander Baquero destaca por su incompetencia y falta de rigurosidad.
Lo más risible de este asunto es que en una entrevista –en el marco de la campaña electoral– Baquero se atrevió a afirmar que los que critican el POT es porque no lo hemos entendido bien y nos limitamos a ver solo “dos o tres temas”. Alcalde, lo invito a que lea y estudie el POT y el marco normativo nacional en torno a su revisión y ajuste, sé que eso no le gusta y se le dificulta mucho, pero el debate es con argumentos técnicos y no abanderando su monumental ineptitud, ya que con esa superficialidad lo único que está comprobando –en estos escasos seis meses de gobierno– es que el cargo le quedó grande.
Entrevista del 15 de septiembre de 2023 – La Tapa.