Bienestar animal en Villavicencio: entre el desconocimiento y la falta de voluntad política
#Opinión
12/06/2024
Por: Alejandro Canizales
El arribo de una nueva administración en la Alcaldía de Villavicencio trajo consigo expectativas frente al bienestar y la defensa de los derechos de los animales, lo anterior, por el cambio de paradigma en los últimos años frente a la protección de los denominados seres sintientes, que se han concretado en términos jurídicos y normativos, la conciencia de la sociedad del trato respetuoso hacia lo animales en general y la consideración de ser parte de la familia en el caso de los animales de compañía.
Ejemplo de lo dicho, es la expedición de la Ley 84 de 1989 (Estatuto Nacional de Protección Animal), la Ley 1638 de 2013 (Por medio de la cual se prohíbe el uso de animales silvestres, ya sean nativos o exóticos, en circos fijos e itinerantes), la Ley 1774 de 2016 (Por la cual se declara a los animales seres sintientes y se crea el delito de maltrato animal), la Ley 2054 de 2020 (Por medio de la cual se atenúan las consecuencias sociales, de maltrato animal y de salud pública derivadas del abandono, la pérdida, la desatención estatal y la tenencia irresponsable de los animales domésticos de compañía) y por último, el Proyecto de Ley 309 de 2023 aprobado en el Congreso de la República, en donde se prohíbe en todo el territorio nacional el desarrollo de las corridas de toros, rejoneo, novilladas, becerradas y tientas.
En el ámbito local no ha sido la excepción, al crearse la Junta Protectora de Animales de Villavicencio bajo el Acuerdo Municipal N°143 de 2012 y modificado por Acuerdo Municipal N° 438 de 2020, igualmente, la regulación a las cabalgatas (Acuerdo Municipal N° 250 de 2014), también en el año 2015 se adoptó la política Pública de Bienestar Animal (Decreto 428 de 2015, modificado por el Acuerdo Municipal N° 559 de 2022 y el 595 de 2023) y por último, la creación del Grupo de Atención, Rescate y Recuperación Animal (GARRA) bajo el Decreto 176 de 2021.
Pese a lo anterior, el gobierno del actual alcalde, Alexander Baquero –así como sus secretarios– ha demostrado la falta de conocimientos en términos ambientales, de derechos de los animales y de la normatividad vigente aplicable de estos sectores. Como la situación que se presentó con la cabalgata realizada el pasado 4 de abril de 2024 al no cumplir con el Acuerdo Municipal N° 250, cuestión detallada en mi pasada columna: “Cabalgado en irregularidades”.
Igualmente, la Alcaldía ha generado repudio por su falta de voluntad política con este sector, prueba de esto es que al presentar ante el Concejo de Villavicencio el proyecto del Plan de Desarrollo Municipal 2024-2027 (PDM) divagó y puso en evidencia su precaria propuesta de solo 2 metas a favor de los animales.
En la primera meta la dependencia responsable es la Secretaría de Gobierno y Posconflicto, donde se dispuso: “Realizar acciones para dar cumplimiento a la Política Pública de Bienestar Animal en el municipio de Villavicencio”, en la segunda, la responsable es la Secretaría de Ambiente, dejando consignado lo siguiente: “Implementar la estrategia: Villavicencio buen trato y respeto de las 5 libertades y/o necesidades de los animales”.
Respecto a lo establecido en el PDM, la realidad es que las 2 metas convergen bajo el mismo propósito, es decir, la estrategia de buen trato y respeto de las 5 libertades; es una de las fuentes de la política pública, por lo que es innecesaria una de las metas. Además, los indicadores son errados y de difícil evaluación, incluso dejando por fuera cuestiones trascendentales como la dotación y el funcionamiento del Centro de Bienestar Animal, las esterilizaciones masivas, la ayuda a los albergues y refugios privados de la ciudad, de hecho, tampoco incluyen acciones para los animales silvestres.
Lo anterior a pesar de que se advirtió en la socialización del PDM en el Concejo Municipal antes de su aprobación y se dejó consignado en un documento con 209 observaciones, tanto en este espacio como en el de la Junta Protectora de Animales, donde varios integrantes propusimos que se eliminara una meta y se agregaran otras, pero como ha sido una constante; en este gobierno no se escucha a los sectores que realmente conocen la situación a detalle.
Ante este atropello, debemos seguir fortaleciendo la organización, ya sea en veedurías, comités o entidades sin ánimo de lucro y por supuesto en la movilización, con el fin de que se respete lo establecido en la normatividad, así como lo ganado en otras administraciones que, como en otrora, reivindiquemos y demos solución a los verdaderos problemas que aquejan al sector y no lo planeado en un escritorio de un décimo piso.