Cabalgando en irregularidades
#Opinión
12/04/2024
Por: Alejandro Canizales
La llegada de una nueva administración a la Alcaldía de Villavicencio trajo consigo el regreso de algunas prácticas que no se vieron en el último cuatrienio, ejemplo de ello fue el retorno de las controversiales cabalgatas, anunciadas en el mes de diciembre de 2023 en la posesión del nuevo alcalde de Villavicencio, Alexander Baquero Sanabria.
Si bien el paradigma respecto a la relación y el respeto hacia los animales, tanto en el trato como en la legislación colombiana, ha cambiado en los últimos años en el país y en el mundo entero, principalmente desde la expedición de la Ley 1774 de 2016 en donde se le cambia la connotación a los animales de “cosas” por la de “seres sintientes” y desde la inclusión del artículo 339ª al Código Penal Colombiano que consagra el delito de maltrato animal, las viejas pseudo-tradiciones culturales donde las personas se divierten con el sufrimiento animal se niegan a desaparecer.
Son bastantes los casos a nivel nacional donde los espectáculos con animales han comenzado a extinguirse, los más de 10 años de suspensión de las corridas de toros en Bogotá, la supresión de cabalgatas en Medellín, Cali, Buga, Armenia, Bucaramanga, Pereira y Jamundí, y la más reciente que fue la suspensión de las corridas de toros en la ciudad de Cartagena, en donde el maltrato animal, el mal comportamiento de los jinetes y el caos de movilidad en las ciudades dieron para su cancelación.
Lo anterior expone la brecha intergeneracional entre aficionados y defensores de los derechos de los animales; por un lado, cada vez más jóvenes rechazan este tipo de espectáculos de maltrato hacia los seres sintientes, y por otro lado, están los que piensan que esta actividad es un elemento de identidad cultural, enquistados en un viejo orden que ya está por desaparecer.
En el caso que nos ocupa, la alcaldía expone en el marco del cumpleaños de Villavicencio que la cabalgata es cultura por ser el caballo un elemento de identidad del llanero en sus hatos y fincas; además, que en época de crisis este evento puede atraer turistas y con ello ingresos a la ciudad. Sin embargo la administración municipal arbitrariamente evade las diversas normas que tiene la ciudad para posibilitar este tipo de espectáculos.
La primera reglamentación que tiene las cabalgatas es el Acuerdo 250 de 2014 del Concejo Municipal de Villavicencio, el cual tiene como propósito regular los trámites, la organización y ejecución de dichos eventos; además dispone un Comité Técnico integrado por cuatro secretarías de la alcaldía y la Junta Protectora de Animales de Villavicencio (JPA), este último (Comité Técnico) es quien emite un concepto de viabilidad. Igualmente el artículo 3 dispone que los responsables de la realización de las cabalgatas deberán constituir un Comité Organizador con un representante legal, y por último, establece algunos requisitos previos como presentar el presupuesto económico.
Ante el desconocimiento de la alcaldía de Alexander Baquero de esta norma, invitó de manera informal al presidente de la JPA (El integrante de la ONG que trabaja con las Razas de Manejo Especial) el viernes 22 de marzo de 2024 al Comité Técnico, el cual no se pudo realizar porque no se convocó oficialmente a la JPA para la participación de dicho comité. En un segundo intento, la alcaldía convocó al presidente de la JPA para el martes 27 de marzo, dicho comité no fue presidido por la secretaria de Gobierno y no se presentaron documentos como la póliza, el plan de contingencia y el plan de movilidad y seguridad para el desarrollo de la cabalgata, evidenciando nuevamente la improvisación en el cumplimiento del Acuerdo municipal.
En su tercer y último intento –y en presencia de la Personería Municipal de Villavicencio– la alcaldía en una clara descoordinación de sus funcionarios dieron diferentes versiones de lo que se trataba la convocatoria: para la directora de justicia (Paola Ladino) el espacio era una mesa de trabajo y para otros funcionarios de la secretaría de Gobierno, era el Comité Técnico. Como si fuera poco, no se entregó el presupuesto y omitieron la creación del Comité Organizador, por ende, de su representante legal. Por las razones expuestas, no se pudo dar viabilidad para la cabalgata.
A pesar de lo anterior, la cabalgata se llevó a cabo y como si fuera un mal presagio de la pésima organización y de los incidentes que iban a acontecer, el cielo se nubló y llovió toda la tarde, el decadente espectáculo dejó como resultado a una mujer herida al caerse del caballo, varios caballos lesionados, descontento de la comunidad por la congestión del tráfico, peleas entre los participantes e indignación de la mayoría de la sociedad villavicense por la realización de dicho evento.