Irina, la cuidadora de Alexander Baquero

Irina, la cuidadora de Alexander Baquero

Se sabía que Irina perdería; no solo por el rechazo que la ciudadanía tiene por un proyecto político fracasado como el de Felipe Harman, sino porque realmente fue una pésima candidata que reunía múltiples características que solo podían desencadenar en derrota: un programa de gobierno mediocre, lleno de lugares comunes y sin una visión clara de ciudad, una comunicación insulsa porque ni libreteada lograba hacer llegar un mensaje contundente más allá de basar sus salidas en falso en las tonterías que decían Juan Camilo Chávez y Alexander Baquero.

Y por supuesto que aquí la gran perdedora no fue Irina Salas, sino Felipe Harman; tanta inversión en su remedo de candidata hoy lo deja con la enorme carga –que ya intentará apaciguar cooptando a Baquero– de lograr que la siguiente administración llegue a lavarle la cara para que su desfavorabilidad no se hunda más de lo que ya está. Felipe necesita a como dé lugar que su falsa e inestable premisa del “cambio” no se derrumbe, que la fraudulenta bandera de “acabar los elefantes blancos” no se le vuelva en contra -pues dejará más de los que supuestamente acabó- y que no se destapen los cuantiosos amaños con sus amiguitos y patrocinadores.

Pero la decadencia de Felipe e Irina no finaliza con el enorme fiasco de las elecciones, la desbandada de desideologización política que vive Colombia es evidente e Irina es reflejo de esto; fue la candidata con mayor acumulación de logos del país, según la Misión de Observación Electoral, 13 organizaciones políticas la acompañaron –y aquí toca adicionar a Darío Vásquez, a Jaime Rodríguez, a Wilmar Barbosa, con la aparición especial de su esposa Dufay Ortíz en una reunión de Irina, a Fernando Rivera y a contratistas como Leonardo Pérez– supuestamente algo no muy concordante ideológicamente, sin develar a quienes estuvieron por debajo de la mesa; lo que  por supuesto no le funcionó.

Y como si lo anterior no fuera suficiente –porque a Felipe y a su grupo politiquero les fascina profundizar en la estupidez– salió Irina, con la imagen de cuidadora con la que pretendió venderse, a anunciar que le había pedido a su equipo de vigilancia que cuidara los votos de Alexander Baquero. En definitiva, en eso consiste la política del cuidado que abanderó, rodear a Baquero para que el intercambio que se venía cocinando hace un tiempo se realizara a cabalidad; acercarse un poco más al fútil alcalde electo con el objetivo de hacer menos notorio el desastroso gobierno de Harman.

*Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición del medio.

David Díaz

David Díaz

Arquitecto, veedor de la Veeduría Popular de Villavicencio y cocreador de Vértice: un pódcast de crítica y opinión sobre arquitectura y ciudad.

Compartir