Al inicio de este año –cuando Juan Guillermo Zuluaga empezó oficialmente su mediocre correría presidencialista– anticipé en una columna de opinión las rastreras formas de Zuluaga con su campaña atestada de lugares comunes. En ese escrito ya avizoraba la táctica prosaica e insulsa del candidato que inunda sus redes con videos demagógicos y su posicionamiento del refrito “Juan Sin Miedo”.

Juan Guillermo ha reencauchado la mediocre consigna “Sin Miedo” y la ha usado en múltiples ocasiones, desde respaldar a sus compinches politiqueros –en el caso del gobernador de Antioquia Aníbal Gaviria– con sus refritos retardatarios federalistas disfrazados eufemísticamente en conceptos como “descentralización” y “autonomía regional”, pasando por promover la inane convocatoria a las manifestaciones de la derecha el pasado mes de abril; hasta llegar a vociferar su apoyo –bajo el análisis ligero que lo caracteriza– a María Corina Machado y Edmundo González por los recientes acontecimientos en Venezuela.

Libertad y Orden.#TodosALaCalle21A

Colombia Sin Miedo pic.twitter.com/dSCZ5sdqkJ

— Juan Guillermo Zuluaga (@JuanGZuluaga) April 21, 2024

Así mismo, muy activo se le ha visto en redes sociales instrumentalizando el “fútbol” –un dispositivo social históricamente politizado–, el “Sin Miedo” no solo lo ha intentado exaltar vilmente en el marco de la reciente Copa América con mensajes como: “Hoy Sin Miedo contra Argentina muchachos”, sino también con su acompañamiento a Llaneros F.C. La relación de Zuluaga con ese equipo de fútbol no es nueva, es apremiante recordar que en el 2022 cuando Llaneros F.C. presentó sus uniformes, muchos “patrocinadores” previsibles se podían observar; Aguardiente Llanero, la Gobernación del Meta, Avizor Seguridad, Idermeta, etc. pero particularmente algo saltaba a la vista en el dorsal derecho de la camiseta: “Sin Miedo”.

El “apoyo” a Llaneros F.C. es una constante en Zuluaga, en repetidas ocasiones exhibe su presencia en los partidos, sin embargo, llamó mucho la atención lo ocurrido el pasado 19 de junio en la final del Torneo BetPlay en Villavicencio; ese día todos los postes alrededor del estadio tenían pendones y calcomanías con el atrabiliario mensaje politiquero de Juan Guillermo: el eslogan de “Colombia Sin Miedo”, el lema “Libertad y Orden” y –para robustecer el mensaje patrioterista– el escudo de Colombia en el medio. Curiosamente, Zuluaga había publicado lo mismo el pasado 21 de abril. Una propaganda simplista y trivial muy acorde a la capacidad de discernimiento del candidato.

La retórica de Zuluaga siempre ha estado inscrita a esa premisa desgastada y reduccionista: potenciar los riesgos, la angustia y el alarmismo para poder presentarse como la “solución al problema”, de hecho, en eso se basó su campaña a la Alcaldía de Villavicencio, el “Sin Miedo” reforzado con el mediocre uso de la figura del “helicóptero vigilante” como “garantía de seguridad”. Algo similar hizo en la campaña a la Gobernación del Meta añadiendo el tufillo tendencioso de “Hagamos grande al Meta” y lo mismo replicó con su subordinada Rafaela Cortés con la “Seguridad total”.

Zuluaga conoce su minúscula capacidad electoral, sabe que en el espectro nacional no es más que un replicador irrelevante de ese caldo de cultivo de la derecha colombiana que –en la lucha por el relato– siempre brilla por su precariedad argumentativa. Juan Guillermo comprende sus insignificantes posibilidades. En una reciente encuesta de percepción electoral en el país su favorabilidad fue de 4.5 %, su desfavorabilidad marcó un 9.7 % y el 84.2 % de las personas encuestadas afirmaron que no lo conocen. La ridiculez y la manipulación pueril es su bandera de campaña, está reducido, sus actos desesperados evidencian que –irónicamente– su verdadero eslogan es: Juan Con Miedo.