«Las mentiras de la semana»
Se terminará la funesta administración de Felipe Harman y –al parecer– no nos iluminará más con su formato insulso de “Las mentiras de la semana”; videos que este año hizo con regularidad y cuyo objetivo era “desmentir” declaraciones negativas en torno a su gestión. Sin embargo, lo que realmente intentaba Felipe era estigmatizar a medios de comunicación, a veedurías y a personas que se distanciaban de su forma de desgobierno.
Esta columna realmente debería titularse “Las mentiras de Harman” –pero no perderé la oportunidad de hacer mofa de las triviales ideas de Felipe– pues a lo que se dedicó fue a vender –desde campaña– unas insustanciales banderas de cambio. La mentira ha sido una constante; como cuando de forma rimbombante en agosto del año pasado anunció junto a Daniel Quintero –exalcalde de Medellín– tres acuerdos en beneficio de Villavicencio: 1. Un convenio entre Empresas Públicas de Medellín – EPM y la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio – EAAV “para resolver el problema de agua potable”, convenio que nunca se firmó, como lo evidencia un oficio de la EAAV. 2. Un “estudio de Pre factibilidad de tranvía para Villavicencio” con Metro de Medellín, estudio que nunca se suscribió según un informe de la Secretaría de Movilidad del municipio. 3. Cooperación con la Alcaldía de Medellín para realizar el “esquema de funcionamiento del Centro de Bienestar Animal”, documento que nunca se encontró, según una nota interna entre la Secretaría de Gobierno y Postconflicto y la Oficina Jurídica de la Alcaldía de Villavicencio.
La mentira como derrotero llegó a tal punto que –cuando se estaba discutiendo el Plan de Desarrollo Municipal (PDM) en 2020– se le advirtió a la Alcaldía de Villavicencio la necesidad de trasladar los proyectos del Programa de Gobierno al PDM porque en Colombia el voto es programático y así lo establece la Ley 131 de 1994: “En desarrollo del artículo 259 de la Constitución Política entiende por voto programático el mecanismo de participación mediante el cual los ciudadanos que votan para elegir gobernadores y alcaldes, imponen como mandato al elegido el cumplimiento del programa de gobierno que haya presentado como parte integral en la inscripción de su candidatura”, por el contrario; la administración de Harman decidió dejar por fuera proyectos como: la estructuración de un sistema de teleféricos, la realización de una Mega Biblioteca y la construcción de dos Mega Jardines, como lo proponía en campaña y en su Programa de Gobierno.
En esencia esta administración ha sido una mentira; las aseveraciones reiteradas de Felipe de que hizo lo que la ciudad eligió –lo que no es cierto–, sus salidas en falso de siempre buscar culpables en otras entidades o personas, su gatopardismo intensificado cada vez más y la ridiculez de constantemente intentar posicionar premisas mediocres y falsas como “Villavicencio cambia contigo”, “El cambio es un hecho”, “El cambio es imparable” y “Harman lo hizo”; refritos que solo demuestran la desgastada narrativa de un proyecto político que fracasó.