Lxs marihuanxs y los marihuanódromos de Villavicencio
El pasado 29 de octubre se celebraron las elecciones territoriales en Colombia. La fiesta de la democracia trajo un sinsabor, y es que las personas manifestaron en las urnas que están votando más por decepción que por estar convencidxs de un proyecto político porque cuando lxs votantes eligieron gobiernos alternativos éstos presentaron problemas grandes de gobernabilidad. La ganadora de la contienda electoral es la godorria de siempre. Partidos como Nueva Fuerza Democrática, Conservador, Cambio Radical, la U, Colombia Justa Libres y la cereza del pastel: el Centro Democrático triunfaron en la mayoría de los territorios del país. Los alcaldes electos, Jaime Andrés Beltrán (Bucaramanga) y Juan Qüenza (Arauca), se han pronunciado en distintos medios de comunicación sobre sus acciones de persecución que emprenderán luego de su posesión en contra de los usuarios de cannabis y los marihuanódromos (parques de la ciudad).
«La amenaza de darle plomo a los consumidores de cannabis por parte del alcalde electo de Arauca es una vergüenza, es inaceptable y debe ser repudiado por todas las fuerzas políticas del país», así lo expresó el representante liberal Juan Carlos Losada, quien ha venido impulsando la regulación del uso adulto de cannabis en el país, proyecto que se encuentra en curso en el Congreso y que fue aprobado en primer debate.
Veo con preocupación las afirmaciones de Beltrán y de Qüenza porque son carentes de sustento técnico y científico y esto genera más estigmatización sobre lxs usuarios de cannabis, al compararlxs con delincuentes promueven un ambiente hostil y violento contra ellxs. Espero que Alexander Baquero no piense ni actúe igual que sus homólogos. No es coincidencia que además de ser los nuevos gobernantes de ciudades capitales también comparten una filosofía política fracasada: la «guerra contra las drogas» y una visión prohibicionista que atenta contra la salud pública y los derechos humanos.
Es necesario que usted como alcalde se informe sobre la evolución legislativa y jurisprudencial del Estado colombiano que ha desembocado en los últimos años un tratamiento cada vez más despenalizador para las personas consumidoras. Solo por mencionar la Ley 30 de 1986 que legaliza el porte y el consumo de dosis mínima en nuestro país para diversas sustancias, entre ellas el cannabis. Igualmente, está la Sentencia 296 del 2021, en la cual la Corte Suprema de Justicia reiteró que el consumidor es un sujeto que tiene protección reforzada y, por tanto, si su comportamiento no excede la esfera privada no se le puede atribuir ninguna afectación a la salud pública. Además, el alto tribunal afirmó que el porte de las dosis mínimas no es por sí mismo un delito siempre y cuando la cantidad sea para consumo personal, y no para el tráfico de estupefacientes. Entre otras sentencias.
Por último, es importante tener en cuenta que la Corte Constitucional en la Sentencia C-127 de 2023 determinó que, con el fin de proteger menores de edad sí se puede limitar el uso en el perímetro de centros educativos, al interior de centros deportivos, en parques, en zonas históricas o declaradas de interés cultural u otras establecidas por motivos de interés público, que sean definidas por los respectivos concejos municipales o distritales. Ante este panorama y de acuerdo a su programa de gobierno “Villavo somos todos” donde afirma que camina para formar un mejor mañana y establece su compromiso con Villavicencio en los siguientes elementos: una administración transparente, de una gestión democrática, una lucha por la equidad, en la formación de ciudadanos ejemplares y guardianes de lo público; la defensa del POT del 2015, donde usted fue el coordinador del proyecto de acuerdo, es un claro ejemplo de la falta de participación ciudadana y el no reconocimiento de las dinámicas sociales, es por eso que le recuerdo estos principios básicos para el desarrollo de una ciudad y de paso lo invito a que conozca los procesos y acontecimientos que se están consolidando.
En el transcurso de los años, en Villavicencio se han llevado a cabo distintos movimientos y activismos cannábicos, entre esas iniciativas está la Comunidad Cannábica Villavicencio (CCV), proceso que he acompañado y he sumado en su construcción desde su inicio en el 2019, he contribuido al desarrollo de las dos marchas cannábicas (2022 y 2023), dos tomas culturales (20 de abril y 20 julio). Y el pasado 21 de octubre del presente año en el parque de los periodistas se realizó Halloweed, una fiesta de disfraces de la Comunidad Cannábica. En estos procesos he cometido errores y por eso pido excusas porque es el momento de unir fuerzas. Por eso extiendo la invitación tanto a lxs usuarios de cannabis de Villavicencio, a la Comunidad Cannábica Villavicencio, al concejo municipal, a la población civil y a usted, Alexander Baquero, a que construyamos desde la diferencia dinámicas en torno al uso adulto del cannabis en el espacio público con enfoque en los derechos humanos, la salud pública y la reducción de daños; porque los parques de la ciudad no son marihuanódromos como dicen sus colegas de Bucaramanga o Arauca, ni tampoco las personas que hagan uso del cannabis de manera recreativa son delincuentes y mucho menos hay justificación para el uso excesivo de la violencia de la fuerza pública. Recuerde que la Corte Constitucional determinó en la Sentencia C-127 que se puede limitar el uso de sustancias psicoactivas en el perímetro establecido y determinar zonas de uso permitido, sin embargo, es algo que se debe discutir en el concejo municipal.
Lxs invito a deliberar un nosotrxs que sea agradable y asertivo para todxs lxs usuarios de cannabis y las personas que habitan Villavicencio, a establecer rutas que promuevan, comprendan y resuelvan las determinantes del tejido social; esto es un paso hacia la paz.