#PetroYSuBandaDeViolentadores

#Opinión

25/11/2024

Por: La Cacerola

Hoy es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y quiero rechazar el actuar del Gobierno nacional en cabeza de Gustavo Petro Urrego, en donde se han encubierto machos y misóginos, quienes creen que tener algo de poder dentro de su gabinete les da el derecho de violentar, acosar o abusar mujeres, sin repercusiones serias en el gobierno del cambio.

El silencio prolongado de Gustavo Petro frente a las diferentes denuncias hacia personas vinculadas a su administración, no tiene la misma confrontación que se ha visto muchas veces en contra –por ejemplo– de la gente de derecha. Es como si el progresismo tuviera un amparo, como si hacerse el loco, el ciego o el sordo eliminara todo rastro de lo que en este gobierno no se atiende con ética, lo cual es no violentar de ninguna manera a las mujeres; independientemente de sus ideologías políticas o cargos dentro o fuera del actual gobierno.

¿Cómo hablar en un país de no violencia hacia las mujeres mientras se tiene a un agresor y peligro en potencia como Armando Benedetti en el gobierno? En proceso de renuncia como embajador ante la FAO, quien según lo denunciado en medios de comunicación; violentó a su esposa, la amenazó y le cortó la ropa con un arma cortopunzante en España y, como si fuera poco, sigue saliendo a los medios a decir que está en Colombia para asesorar y ayudar al presidente. ¡Hágame el miserable favor! Frente a esto: silencio absoluto de muchos y muchas del gobierno nacional porque el nombramiento es un hecho.

Cómo olvidar que la SAE estuvo por tener como director a Diego Cancino, antiguo Viceministro del Interior, quien aún estando en ese cargo; fue denunciado por Viviana Vargas por acoso sexual. El nombramiento se cayó y en reemplazo llegó Amelia Pérez. Sin embargo, esto no fue porque en su compromiso Gustavo Petro se parara en la raya y le pareciera inconcebible que en su gobierno estuviera en ascenso un tipo como estos, sino que fue la presión mediática de las mujeres, activistas políticas, colectivos y medios de comunicación feministas los que movieron las denuncias desde varios frentes para no dejar subir a este sujeto a otro cargo del gobierno. ¡Ahhhh! Y adivinen qué, ningún pronunciamiento serio del gobierno.

Aún teniendo mucha tela por cortar, no podemos olvidar al actual Director de la Agencia Nacional de Tierras, Juan Felipe Harman, a quien en el 2020 –cuando era Alcalde de Villavicencio– Yolima Carrero lo denunció por acoso sexual. Todo un despliegue mediático tuvo ese momento a cargo de los medios de comunicación que publicitaban con la alcaldía y quienes se fueron en contra de Carrero por ser militante del partido Centro Democrático.

Este antecedente promovió la manifestación de mujeres en las oficinas de la ANT en la capital antioqueña en el mes de abril del presente año, quienes a través de carteles con mensajes como: “¡Medellín no acepta acosadores!” empapelaron la sede demostrando su descontento y desconfianza frente a que Harman estuviera a cargo de la agencia. Su nombramiento fue y es un riesgo en materia de defensa de los derechos de las mujeres, pues no da garantías para una vida libre de violencias en contextos laborales.

Como si fuera poco, aún se debe soportar como alfil del gobierno a Hollman Morris, Gerente del Sistema de Medios Públicos – RTVC, quien ya había sido denunciado por su exesposa en casos de violencia intrafamiliar y otras mujeres por acoso sexual siendo subgerente de RTCV. Parece que es intocable este señor y que cualquier denuncia por parte de ellas fuese un ataque al gobierno o al movimiento progresista de Colombia.

Nombres como el de Andrés Hernández, quien es cónsul de Colombia en México, denunciado por robo y acoso laboral, o Mauricio Lizcano señalado de acoso sexual y que actualmente sigue siendo Ministro de las TIC. Alex Flórez, congresista del Pacto Histórico quien también ha sido denunciado por violencia intrafamiliar agravada entre 2020 y 2021. Estos y muchos más se siguen sosteniendo en el gobierno nacional o cercanos, mientras Petro mantiene un aturdidor silencio, como si estos temas no fueran de importancia o de su interés.

Y como ñapa, no puedo siquiera olvidar que el mismo presidente Gustavo Petro señaló a varias periodistas de ser ‘muñecas de la mafia’ y que su discurso estigmatizador solo acrecentó la violencia contra mujeres periodistas en el país. Propiciar escenarios para la vulneración de los derechos de las mujeres, también es violencia y deja mal parada a una persona como el primer mandatario, quien gobierna un país con una de las cifras más altas de violencia de género en América Latina.

Lo peor de todo es que las mujeres terminan siendo doblemente violentadas en esta multiplicidad de casos, muchas veces por el mismo sector progresista y medios de comunicación afines al gobierno que las revictimiza, tildándolas de querer dañar los avances del gobierno del cambio, el cual, en materia de erradicar violencias contra las mujeres, por lo menos en los cargos de alto poder ejecutivo, se quedó en ceros y nada ha transformado.

Así que, este actuar violento y los nombramientos de machos progres que se ufanan desde la izquierda en querer transformar el país, lo único que demuestra es que no tienen presentes en sus cambios estructurales a las mujeres, quienes históricamente han sido violentadas y segregadas de múltiples escenarios.

De nada sirvió el Petro con pañoleta abortera, con su trajecito timador dándoselas de aliado. No sirvió un Ministerio de la Igualdad que dice poco o nada de lo que pasa en el gobierno; que no toma posición. No sirve el silencio y la permisividad mientras a las mujeres las sigan violentando y los agresores, muchos aún en cargos de poder, siguen siendo sustancialmente un peligro para muchas en Colombia y para el proyecto político. “Cambio” y fuera.

*Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad de la autora y no necesariamente reflejan la posición del medio.

La Cacerola

La Cacerola

Escritor o escritora (no se sabe); pueden imaginarme como quieran. Tengo la intención plena de hacer resonar palabras y resignificar la queja. Al igual que ese elemento popular de la movilización social, quiero hacer bulla y cambiar constantemente sin perder la esencia plena de fastidiar al oído y la vista ajena.

Con ganas de destrozar comodidades e incomodar a los comodísimos. Perfil en constante reescritura.

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