Planas: las contradicciones del capitalismo. Un libro de pertinente reedición, estudio y debate

Planas: las contradicciones del capitalismo. Un libro de pertinente reedición, estudio y debate

#Análisis

19/11/2024

Por: Ómar Eduardo Gómez Reina

En febrero de 1970 el sacerdote Ignacio González (Junín, Cundinamarca, 1928 –Bogotá, 2012) es testigo presencial de los crímenes de lesa humanidad perpetrados en la altillanura colombiana sobre la población indígena Sikuani (Guahiba) de San Rafael de Planas, Meta, a manos de un grupo de terratenientes, militares de la VII Brigada del Ejército Nacional y agentes del DAS rural. El cura González eleva la queja de inmediato al coronel José Jaime Rodríguez, Comandante de la VII Brigada, quien de forma cínica evade el asunto. En aquel momento se celebraba en la capital del Meta el XI Simposio Regional sobre Teología de la Liberación. González lleva sin tardanza el caso a dicha instancia. Desde ese momento la Masacre de Planas salta a la esfera pública. El Padre Gustavo Pérez Ramírez (Medellín, 1928 – Quito, 2022), gestor de dicha reunión, será el agente sociopolítico clave para que ello suceda.

Pérez Ramírez y su gran amigo, el Padre Camilo Torres Restrepo, son figuras protagónicas y pioneras de las Ciencias Sociales y Políticas en Colombia y Latinoamérica.

En 1958 Camilo Torres se gradúa como Sociólogo en la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. El mismo año y en la misma universidad, Gustavo Pérez recibe el título de Doctor en Ciencias Políticas y Sociales. Tras su regreso a Bogotá, Camilo Torres y Gustavo Pérez Ramírez emprenden una incansable y fundamentada labor de transformación social a partir de iniciativas tales como la creación de la Facultad (posteriormente Departamento) de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia, un proyecto de desarrollo comunitario en el barrio Tunjuelito, la Asociación Colombiana de Sociología, el fallido intento de diálogo con las autodefensas campesinas de Marquetalia, así como la formación de los cuadros directivos del Instituto Colombiano de la Reforma Agraria, INCORA, y de la Escuela Superior de Administración Pública, ESAP. En 1964 Gustavo Pérez crea y dirige el Instituto Colombiano de Desarrollo Social, ICODES, la misma plataforma institucional que en 1970 posibilitaría la materialización de lo que el autor del presente artículo denomina el núcleo documental–testimonial y de denuncia alrededor de la Masacre de Planas.

Dicho nodo comunicacional lo constituyen los siguientes tres trabajos investigativos que hacen parte integral de un quehacer político vigente al día de hoy:

1. La serie fotográfica sobre los indígenas sobrevivientes de la Masacre de Planas, realizada por Jorge Silva en 1970.
2. El libro “Planas: las contradicciones del capitalismo”, escrito por Gustavo Pérez Ramírez en 1970 y publicado en 1971, en dos ediciones, una de Editorial Tercer Mundo y otra de Editorial América Latina.
3. El documental “Planas, testimonio de un etnocidio” (1972), dirigido por Marta Rodríguez y Jorge Silva. 

Gustavo Pérez Ramírez. (Fuente: https://kaired.org.co/archivo/3696).

Antes de su formalización editorial, a modo de urgente documento de divulgación, en diciembre de 1970, Gustavo Pérez Ramírez publica una escueta primera versión mecanografiada, y sin ilustraciones, de “Planas: las contradicciones del capitalismo”.

Portada del manuscrito original. (Foto: Ómar Eduardo Gómez Reina).

En enero de 1971 aparece la edición de Editorial Tercer Mundo, profusamente ilustrada con 14 fotografías de Jorge Silva, 9 de un funcionario del INCORA y 3 del autor mismo. Incluye además 2 mapas y 3 fotografías de recortes de prensa.

Portada de la primera edición. (Foto: Ómar Eduardo Gómez Reina).

En diciembre del mismo año, Editorial América Latina publica “Planas: un año después”. Esta segunda edición incluye una fotografía de Jorge Silva en la portada, pero no contiene ilustraciones en las páginas interiores.

Portada de la segunda edición. (Foto: Ómar Eduardo Gómez Reina).

Se expone a continuación la reseña de la primera edición. Esta contiene 253 páginas y se estructura en dos partes: “Denuncia sobre persecución, torturas y muerte de indígenas Guahibo. Los hechos”, y “Ensayo de interpretación sociológica del problema de Planas”. Cada parte se subdivide en cuatro capítulos.

Planas: las contradicciones del capitalismo, p. 159. (Foto: Ómar Eduardo Gómez Reina).
Planas: las contradicciones del capitalismo, p. 193. (Foto: Ómar Eduardo Gómez Reina).

En la primera parte, luego de una argumentación filosófico–política desde la perspectiva epistémica de la Teología de la Liberación, se exponen los motivos que hacen pertinente la denuncia y relación de los hechos debidamente documentados. El autor narra uno a uno los pasos que para tal propósito establece de manera formal el grupo de religiosos presentes en el referido simposio sobre Teología de la Liberación en la ciudad de Villavicencio: una primera denuncia ante la Procuraduría General de la Nación, y luego ante la opinión pública a través de un documento suscrito por el Comité pro defensa de indígenas de los Llanos Orientales, Acción Campesina, el Comité Pro Defensa del Indio, la Federación Agraria Nacional, FANAL –U.T.C–, la Acción Sindical de Cundinamarca, ASICUN, y, posteriormente, la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos, ANUC.

Planas: las contradicciones del capitalismo, p. 61. (Foto: Ómar Eduardo Gómez Reina).
Planas: las contradicciones del capitalismo, p. 55. (Foto: Ómar Eduardo Gómez Reina).

Rápidamente se produce la adhesión de otros actores sociales, la denuncia logra una resonancia internacional y en consecuencia se amplifican los alcances de esta primera delación.

Desde el comienzo se registra con nombres propios el seguimiento a la posición ambivalente de la prensa hegemónica y a la actitud evitativa, displicente e irresponsable, cuando no abiertamente negacionista, de las autoridades civiles y militares a quienes correspondía el abordaje legal y ético–político del caso. Se deja igualmente constancia pormenorizada de las dos intervenciones gubernamentales asistencialistas enviadas a la región de Planas y testimonialmente se confirman y amplían en el mismo lugar de los hechos las acusaciones formuladas.

Planas: las contradicciones del capitalismo, p. 69. (Foto: Ómar Eduardo Gómez Reina).

Ante la contundencia del impecable acervo probatorio documental y testimonial, y dada la amplificación nacional e internacional del debate liderado por el Padre Gustavo Pérez, acompañado a su vez por un amplio y solidario bloque social, la deriva de la praxis política relacionada con la denuncia temprana de la Masacre de Planas continúa en el Senado de la República a través de cinco sesiones convocadas por el senador anapista Hernando Garavito Muñoz, y desarrolladas entre el 1 y el 13 de octubre de 1970, con la presencia misma de algunos indígenas victimizados, posibilitada gracias a la gestión del Padre Gustavo Pérez, de Marta Rodríguez y de Jorge Silva.

Registradas también en detalle por medio de la publicación de las actas de los Anales del Congreso y la reproducción de otros documentos oficiales, cada una de las intervenciones parlamentarias deja al descubierto la mediocridad, el clasismo y el racismo estructural propios de una élite político–militar frentenacionalista que, refrendada por su propia prensa corporativa comienza y termina por darle la espalda a las víctimas, y acusando de forma arbitraria a los denunciantes, a quienes no titubea en tildar de “pastores de chacales”.

Planas: las contradicciones del capitalismo, p. 183. (Foto: Ómar Eduardo Gómez Reina).
Planas: las contradicciones del capitalismo, p. 134. (Foto: Ómar Eduardo Gómez Reina).

La segunda parte del libro, titulada “Ensayo de interpretación sociológica del problema de Planas”, despliega un análisis sociológico que opta por un abordaje epistemológico desde la Sociología del conflicto, en oposición a la Sociología estructural–funcionalista del consenso, identificando la noción de dependencia económico–social, interna y externa, como elemento fundamental constitutivo del subdesarrollo, en el entendido que históricamente la población indígena y el campesinado pobre son, junto a los trabajadores urbanos de base, los dos sujetos sociales oprimidos por antonomasia en Colombia y Latinoamérica.

“Lo acaecido en Planas no es un fenómeno aislado, anecdótico. Tiene una dimensión nacional.
En Planas se obtiene un corte transversal, en el que aparecen todas las capas de la problemática del País. Es como un espejo en el que puede verse reflejado todo ciudadano oprimido. Es como el microcosmos del desarrollo colombiano.
La Nueva Sociedad habrá que planificarla a la luz de las enseñanzas de Planas.
Porque en esta región surgen las contradicciones de la Vieja Sociedad y emergen todos sus problemas”. (p. 139, cap. 1. La dimensión nacional del problema).

En tal sentido, de forma situada, con suma atención y pleno conocimiento histórico del contexto regional de los Llanos Orientales de Colombia, Gustavo Pérez hace un análisis de cada una de las estructuras sociales en torno al caso de Planas: la institución y estructura agraria, la institución económica, la institución militar, la institución política, la institución educativa y la institución religiosa.

Dicho análisis puntual y relacional devela un atávico anclaje territorial a relaciones sociales de producción de corte neofeudal centradas en la perpetuación de un latifundismo prácticamente sin cortapisas y expoliador a sangre y fuego de la territorialidad ancestral, sometida sin pausa alguna a una aplanadora “civilizatoria” que, desde todos sus aparatos de poder, enciende al máximo sus alarmas reaccionarias al momento mismo en que se produce el más mínimo giro popular organizativo conducente al agenciamiento eficaz de sus propios medios de producción, en este caso de la población Guahiba, a través de la conformación de la Cooperativa Integral Agropecuaria de Planas, CIAP, liderada con eficacia por un colono pobre, Rafael Ulloa Jaramillo, chivo expiatorio de unas fuerzas armadas degradadas y serviles, dependientes de un Estado oligárquico parasitario y sumiso a su vez al embate imperialista norteamericano de posguerra.

Planas: las contradicciones del capitalismo, p. 169. (Foto: Ómar Eduardo Gómez Reina).
Planas: las contradicciones del capitalismo, p. 165. (Foto: Ómar Eduardo Gómez Reina).

En este punto el análisis interpretativo del Padre Gustavo Pérez despunta de forma concisa y brillante su desenlace: la persecución, el despojo de tierras, el desplazamiento forzado, las torturas, todas las vejaciones, todos los homicidios consumados en Planas están vinculados de forma directa con la especulación y acaparamiento territorial asociados a diez peticiones de exploración de hidrocarburos radicadas ante el Gobierno colombiano por la Texas Petroleum Company y la Colombian Cities Service Corporation al momento de los hechos etnocidas.

Planas: las contradicciones del capitalismo, p. 171. (Foto: Ómar Eduardo Gómez Reina).
Planas: las contradicciones del capitalismo, p. 181. (Foto: Ómar Eduardo Gómez Reina).

Cierra la investigación un apéndice dividido en tres partes.

–Una sección recopilatoria de documentos y testimonios presentada en dos apartados. Uno relacionado con una serie de declaraciones tomadas el 18 de agosto de 1970 a indígenas guahibos torturados y posteriormente detenidos en la cárcel distrital de Villavicencio, y otro referido a una serie testimonial de vejámenes cometidos por la fuerza pública en Planas recopilada por el entonces Jefe de Asuntos Indígenas del Meta.

–Una segunda sección aporta la reproducción de dos contratos relacionados con la política nacional de Convenciones Religiosas, ligada a la presencia en el territorio colombiano de las Misiones Católicas (documento de 1953) y del evangelismo protestante norteamericano del Instituto Lingüístico de Verano, ILV (documento de 1962), dos proyectos confesionales relacionados directamente con el integracionismo “civilizador”, la segregación cultural de las comunidades indígenas, la intromisión abusiva de la institucionalidad religiosa en la administración pública de los territorios, y en el caso del ILV, con el desarrollo de tareas de inteligencia militar propias del intervencionismo neocolonial norteamericano.

–Una tercera, mordaz y breve sección titulada “Credibilidad de los Comunicados Militares”, pone en entredicho la integridad del Ejército Nacional por medio de la publicación y el contraste de dos noticias tomadas de la prensa nacional, alusivas a una supuesta entrega voluntaria de dos guerrilleros del ELN en 1967, quienes, tres años después, en 1970, serán reseñados de nuevo en los periódicos como dos supuestos insurgentes dados de baja en combate.

Planas: las contradicciones del capitalismo, p. 248. (Foto: Ómar Eduardo Gómez Reina).

El libro finaliza con una “Bibliografía selecta sobre antropología cultural y lingüística de los Guahibo”. Se incluyen 23 títulos.

*

Hasta aquí la reseña analítica, descriptiva y sintética de “Planas: las contradicciones del capitalismo”, una auténtica joya editorial de la Ciencia Social Contemporánea en estado de hibernación que resulta pertinente reeditar, leer y debatir hoy en día, en días de Reforma Agraria. Un libro útil en los diferentes cursos universitarios de contexto orinoquense. Un texto valiente y valioso, imprescindible en la construcción y reconstrucción de nuestra memoria histórica regional y nacional. “Planas: las contradicciones del capitalismo” es una obra contemporánea y hermana de lucha política de “Siervos de Dios y amos de indios. El Estado y la Misión Capuchina en el Putumayo” (1968) de Víctor Daniel Bonilla, quien a través del Comité Pro Defensa del Indio, hizo parte del equipo científico–social involucrado de lleno en las reivindicaciones del caso de Planas.

A partir de lo expresado finalizo este artículo con una propuesta: concertar y gestionar de forma colectiva, intersectorial y solidaria la reedición y renovada divulgación de “Planas: las contradicciones del capitalismo”. Podemos enriquecer esta nueva edición con aportes gráficos propios del campo del arte contemporáneo, y acompañarla con una serie de actividades tales como exposiciones inter y transdisciplinares, conferencias, conversatorios, conciertos, ciclos de cine a partir del acervo de la Fundación Cine Documental Investigación Social (la organización encargada de preservar y gestionar la divulgación de la obra de la maestra Marta Rodríguez y del maestro Jorge Silva), además de otras posibles acciones públicas y creativas significativamente aportativas.

La Universidad de los Llanos recientemente anunció la apertura del programa de Sociología. Se espera que esta propuesta resulte de su pleno interés académico. En medio del trayecto histórico que atravesamos en Colombia, uno sin precedentes, en el cual la disputa de poder es una apuesta seria por la preservación misma de la democracia, por la posibilidad y supervivencia de la autodeterminación popular, esta invitación queda entonces abierta como parte integral de nuestra horizontal y afectuosa lucha política.

Fotografías de indígenas guahibos sobrevivientes de la Masacre de Planas. Realizadas por Jorge Silva en 1970, hacen parte de la exposición «Los Llanos Orientales de Colombia en la Colección de Arte del Banco de la República». Curaduría: Ómar Eduardo Gómez Reina, 2024. (Foto: Ómar Eduardo Gómez Reina).
Fotografía de una Indígena guahiba sobreviviente de la Masacre de Planas. Realizada por Jorge Silva, hace parte de la exposición «Los Llanos Orientales de Colombia en la Colección de Arte del Banco de la República». Curaduría: Ómar Eduardo Gómez Reina, 2024. (Foto: Ómar Eduardo Gómez Reina).

Exposición «Los Llanos Orientales de Colombia en la Colección de Arte del Banco de la república»: https://www.banrepcultural.org/exposiciones/los-llanos-orientales-de-colombia-en-la-coleccion-de-arte

Fotografía de una familia indígena guahiba sobreviviente de la Masacre de Planas. Imagen de portada del libro-catálogo de la exposición «Los Llanos Orientales de Colombia en la Colección de Arte del Banco de la República». Curaduría: Ómar Eduardo Gómez Reina, 2024. (Foto: Ómar Eduardo Gómez Reina).
Ómar Eduardo Gómez Reina

Ómar Eduardo Gómez Reina

Artista plástico, investigador, curador. Ha desarrollado su obra a través de múltiples medios expresivos: pintura, fotografía, dibujo, grabado, trabajo instalativo, performance y música experimental. Desde su época de estudiante, su producción simbólica ha sido objeto de reconocimiento académico y profesional con distinciones en certámenes definitorios para el campo del arte nacional y regional tales como el Salón Francisco Antonio Cano -Universidad Nacional-, el Salón Nacional de Arte Joven -Galería Santafé del Planetario Distrital-, el programa expositivo Arte Joven -Museo de Arte Moderno de Bogotá-, el Salón Regional de Artistas zona centro y zona Orinoquia –Ministerio de Cultura-, el programa Salón Nacional de Artistas –Ministerio de Cultura-, el programa expositivo Imagen Regional –Banco de la República-, el Salón Nominados -Fundación Gilberto Alzate Avendaño-, la Semana Latinoamericana de Arte independiente y el Premio Departamental de Artes Plásticas del Departamento del Meta entre otros. Autor del libro Los relatos del anónimo cronista de montes y de la investigación curatorial Los Llanos Orientales de Colombia en la Colección de Arte del Banco de la República.

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