Primer año de Alexander Baquero: autoritarismo, improvisación y mediocridad

Primer año de Alexander Baquero: autoritarismo, improvisación y mediocridad

#Análisis

05/02/2025

Por: David Díaz

La semana pasada la Veeduría Popular de Villavicencio – VPV publicó un análisis en torno al documento y a la socialización del informe de rendición de cuentas del 2024 de la administración de Alexander Baquero como alcalde de la ciudad. En el evento el alcalde expuso que en los primeros once meses de su gobierno la Alcaldía de Villavicencio ejecutó 716 mil millones de pesos de recursos de inversión en 223 metas de las 299 establecidas en el Plan de Desarrollo Municipal (PDM), con un 74 % de ejecución financiera y con una ejecución física de 72 %.

El evento de socialización de la rendición de cuentas se desarrolló a partir de los supuestos logros estratégicos de 4 sectores: educación, seguridad, infraestructura y social. El análisis de la VPV siguió esa misma estructura para evidenciar la retórica simplista y las diversas contradicciones del alcalde.

Educación:

Alexander Baquero se ufanó de la ejecución del Programa de Alimentación Escolar (PAE), sin embargo, la operación de dicho programa enfrentó diversas irregularidades con denuncias por la entrega de alimentos en mal estado, la falta de pago a manipuladoras de alimentos y el deficiente suministro –en promedio se entregaron 5 raciones en aulas con más de 27 estudiantes–, lo cual la VPV pudo constatar en múltiples instituciones educativas.

Pese a que ese informe es del 2024 es necesario recalcar que el inicio del calendario escolar de 2025 se postergó una semana debido a la incompetencia e improvisación de la Alcaldía de Villavicencio con el proceso contractual del PAE. Baquero prefiere priorizar su mediocre Festival de Verano que garantizar la alimentación escolar de niños, niñas y adolescentes.

Seguridad:

Alexander Baquero se escudó en que las cifras nacionales evidencian que Villavicencio no es la única ciudad con problemas de seguridad, sin embargo, su enfoque para enfrentar esta situación es retardatario; se ha dedicado a “darle dientes a la Policía” –como él lo ha manifestado– para que persiga arbitrariamente a consumidores y consumidoras de sustancias psicoactivas (SPA).

Es importante recordar que el Decreto 070 de 2024 –por medio del cual se restringe el consumo de sustancias psicoactivas, incluida la dosis personal y el consumo de bebidas alcohólicas y/o embriagantes en el espacio público– es inconstitucional, desconoce lo estipulado por la Corte Constitucional y no tiene en cuenta el protocolo expedido por el Gobierno Nacional.

Además, el alcalde se ha empecinado en abanderar una narrativa criminalizadora y estigmatizante bajo la premisa de “recuperar los parques y espantar a quienes se dedican al consumo de este alucinógeno”, exigiéndole a la Policía Nacional mayor presencia en el espacio público; lo que ha desencadenado una persecución injusta y desproporcionada. Mientras la servil Policía Nacional persigue inconstitucionalmente a consumidoras y consumidores de SPA y las Fuerzas Especiales Urbanas, el Grupo de Operaciones Especiales – GOES y el Gaula militarizan las calles de la ciudad; la violencia, la criminalidad y la delincuencia no cesan.

Según el balance de seguridad en Colombia 2024 de la Fundación Paz & Reconciliación – PARES: “Los municipios que más denuncias de extorsión registraron durante 2024 son Bogotá, Medellín, Barranquilla, Villavicencio y Cali.” Además: “Con respecto otras ciudades, se considera preocupante la situación de Quibdó y Villavicencio, pues se posicionan como las ciudades capitales con una mayor tasa de extorsión por cada cien mil habitantes en 2024. (…) Villavicencio registró un alarmante aumento del 102 % en los casos, y tiene una tasa de 73,2”.

Infraestructura:

En relación a este sector el alcalde se jactó de los supuestos “avances históricos” de reparcheo de vías, al revisar el documento de rendición de cuentas se establece que para la meta 267 –correspondiente al mantenimiento de la infraestructura vial– se ejecutaron más de 5.600 millones de pesos para el parcheo de 52.83 km y con maquinaria de la administración municipal se realizó el mantenimiento de 60.17 km a vías terciarias. Sin embargo, la negligencia administrativa queda en evidencia por las constantes denuncias ciudadanas que semana a semana exponen el deplorable estado de la malla vial en múltiples sectores, con huecos que sí se pueden catalogar como “históricos”.

Baquero también se atrevió a exaltar su gestión por la inversión en el acueducto; es importante recordarle al alcalde que el suministro de agua sigue siendo intermitente porque su derrotero ha sido la improvisación. Así mismo, aseguró que de las 96 intersecciones semafóricas 90 funcionan a la perfección. Una cifra palpablemente maquillada, solo basta con recorrer la ciudad para constatar el persistente fallo de la red semafórica.

Como si fuera poco, el alcalde reiteró que muchas de las obras no finalizadas –el parque Alma Viva, el Centro Integrado de Atención a la Mujer, el Centro de Bienestar Animal, etc.– es por la mala planificación del gobierno anterior; no cabe duda de que la administración de Felipe Harman también se caracterizó por la improvisación y la mediocridad, sin embargo, en múltiples ocasiones la VPV le ha solicitado a Alexander Baquero copia de las denuncias ante las entidades de control y se ha negado a entregarlas porque no existen, pese a que fue un compromiso que adquirió con la ciudadanía incluso desde antes de posesionarse.

Oficio del 20 de mayo de 2024. A la fecha -transcurridos más de 8 meses- no han dado respuesta de fondo.

Social:

Irónicamente Alexander Baquero alardeó del “embellecimiento” de la ciudad y de la “atención a habitantes de calle”; el cinismo del alcalde no tiene límites, pues el mal llamado “embellecimiento” solo ha sido una herramienta de censura a las y los artistas de la ciudad. En relación a la “atención a habitantes de calle” es necesario exponer que la meta del PDM 208 –correspondiente a “implementar la política pública nacional de habitante de calle”– no aparece en el informe de rendición de cuentas de la Alcaldía de Villavicencio. Además, la narrativa que ha posicionado Baquero ha sido la de estigmatizar y criminalizar a los y las habitantes de calle con sus afrentas clasistas, violentas e ignorantes; se le ha visto en un par de videos publicados por la alcaldía increpándoles porque –según él– con su actividad de reciclaje le “afean” la ciudad.

Para finalizar, el alcalde aseguró que una de sus grandes apuestas es la “reactivación económica”, cuyo eje clave es el turismo, por lo que no dejó de ufanarse del Festival de Verano Río Guatiquía; un evento institucionalizado porque tiene cooptado el Concejo Municipal de Villavicencio. Respecto a este punto, es importante discernir con meticulosidad; las fiestas y los espacios de ocio son necesarios y significativos, pero el gobierno de Baquero en esta materia también ha demostrado que su principal bandera es la negligencia, así como la ligereza a la hora de priorizar su ejecución presupuestal que no enfrenta diversas problemáticas estructurales del municipio. El anacronismo del alcalde no solo lo ha llevado a promover el maltrato animal con las cabalgatas, sino que elude su función como gobernante de resolver complejidades territoriales como el tratamiento de aguas residuales: el alcalde improvisa mientras promueve que la ciudadanía se bañe en excrementos.

En conclusión, el primer año de gobierno de Alexander Baquero se caracterizó por el autoritarismo, la improvisación y la mediocridad. El 2024 la administración municipal de Villavicencio fue un fracaso. El principal “logro” de Baquero ha sido gobernar como sus antecesores: utilizar el erario para hacer negocios, pagar compromisos de campaña y entregar prebendas a la clase politiquera a la que tanto le debe.

*Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición del medio.

David Díaz

David Díaz

Arquitecto, veedor de la Veeduría Popular de Villavicencio y cocreador de Vértice: un pódcast de crítica y opinión sobre arquitectura y ciudad.

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