Sacar la politiquería de la Unillanos
#Editorial
16/08/2024
Por: El Protestódromo
Tanto la derecha como la pseudoizquierda operan de forma similar; sus débiles procesos politiqueros no se basan en la lucha ideológica sino en mantener sus estructuras a partir de contratos, cuotas, dádivas, chantajes, sobornos y manipulación mediática. A parte de la pugna por los concejos, las asambleas, las alcaldías y las gobernaciones –sus presupuestos y ostentosas nóminas– esos grupos se dedican a cooptar las corporaciones autónomas regionales, los institutos descentralizados, las universidades y los organismos de control. De esta manera aseguran el direccionamiento del presupuesto público, garantizan la fidelidad de sus “líderes y lideresas” alienándoles con contratos, incluso, engavetan investigaciones disciplinarias y fiscales.
Actualmente –y bajo esa misma dinámica abyecta– está en marcha la contienda electoral por la representación de egresados y egresadas de la Universidad de lo Llanos, pues es uno de los escaños que la politiquería necesita seguir cooptando para controlar la toma de decisiones en la Unillanos; apoderarse de ese espacio, de la rectoría y de las demás representaciones ante el Consejo Superior Universitario mantiene el entramado de la corrupción. La Unillanos es un fortín burocrático, es una de las instituciones que sostiene a las casas clientelistas de la región con sus múltiples puestos de trabajo entregados como método para pagar “favores”, con la conductivización conveniente de contratos cuantiosos a empresas cercanas a los gobiernos de turno y a quienes los manejan; es un festín de repartija presupuestal que –tan solo para la vigencia fiscal de 2024– cuenta con más de 102 mil millones de pesos.
En esta elección de representante de egresados y egresadas de la Unillanos dos de las candidaturas no son más que el reencauche de las desgastadas prácticas rastreras de conocidos corruptos de la región. Camila Arismendy es la candidata de Juan Guillermo Zuluaga; en este momento forma parte del gobierno de Rafaela Cortés como directora de la Casa de la Cultura, sin embargo, ha pasado por múltiples cargos, entre ellos, fue directora del Instituto Departamental de Cultura del Meta en la gobernación de Zuluaga. El resultado de su gestión es consabido en el departamento: diversas denuncias se han realizado en su contra, desde el aparente direccionamiento de contratos, calumnia y hasta constreñimiento. De hecho, sin iniciar el calendario electoral; Arismendy –como lo informó un medio de comunicación– presuntamente ya estaba presionando a contratistas para unirse a su campaña.
El extenso historial de Arismendy la vincula con politiqueros ya conocidos: Fernando Rivera, Antonio Palma, Oswaldo Avellaneda, Fernando Vargas, Jorge Hernández –lacayo de Wilmar Barbosa–, Mario Romero –el primo de Camila– y excandidato a la Alcaldía de Villavicencio apoyado por Ricardo Jaramillo. Sin olvidar que Arismendy es expareja de Juan Carlos Saravia –actual representante de egresados y egresadas de la Unillanos– quien también fue denunciado por presuntas presiones a empleados y empleadas de la Gobernación del Meta para direccionar votos en la elección de dicha representación en el 2021. Además, como medio de comunicación hemos recibido numerosas denuncias de funcionarios y funcionarias de la Alcaldía de Villavicencio; quienes advierten que, desde hace varias semanas, les obligan a reportar un número mínimo de egresadas y egresados referidos y a difundir las publicaciones de Camila Arismendy en sus redes sociales. Después de un exhaustivo proceso de verificación de hechos todo parece indicar que Alexander Baquero también hace parte del andamiaje de esta candidatura.
En la disputa electoral también está Ximena Velasco –la candidata de Felipe Harman– quien en el cuatrienio pasado ocupó diversos cargos y llegó a ser la secretaria de salud del municipio. En el marco de la gestión de dicho puesto, una funcionaria la denunció por presunto acoso laboral, además, resonó mucho su postura en defensa del gasto presupuestal destinado a la Clínica Carlos Nieto; en donde –según el informe de 2021 de la Contraloría Municipal– se evidenciaron hallazgos que señalaban un posible daño patrimonial comprometiendo recursos que ascienden a más de 1.500 millones de pesos. Cabe recordar que Velasco renunció a su cargo como secretaria de salud para unirse a la campaña de Irina Salas a la Alcaldía de Villavicencio.
Así mismo, Ximena cuenta con un amplio expediente de politiqueros que apoyan su candidatura: Harold Barreto –excandidato a la Gobernación del Meta– y José Manuel Sandoval, quien se adhirió a dicha campaña, Walter Cook –exconcejal de Villavicencio por el partido ASI–, el exconcejal de Colombia Renaciente: Marco Aurelio López, el actual concejal de Villavicencio Gustavo Basto, la excandidata a la Alcaldía de Villavicencio: Ruby García y –muy activo en la difusión de las piezas publicitarias de la campaña de Velasco– se ha podido observar a Miguel Ángel Rincón, integrante de la Unidad de Trabajo Legislativo del Representante a la Cámara Gabriel Parrado.
La red de corrupción que está detrás de esta disputa electoral es evidente, están apostando todo para perpetuar el continuismo clientelista con el que manejan la Universidad de los Llanos, ya sea abanderando las consignas refritas de siempre para “conectar con los egresados” o vociferando que son el “cambio” y que “cuidarán la Unillanos”; algo que, si nos remitimos a los hechos, no han logrado demostrar en los espacios de poder e incidencia territorial que ya ocuparon. Egresadas y egresados: es momento de sacar la politiquería de la Unillanos.
Sacar la politiquería de la Unillanos.