Tropel

En Tropel publicamos nuestras posturas editoriales, aquí asumimos de forma constante posiciones políticas como medio de comunicación.

Primer año siendo una piedra en el zapato

Antes de hacer la primera publicación ya contábamos con que la incomodidad que iba a provocar un ejercicio periodístico sin titubeos acarrearía represalias, pues quienes ostentan el poder son tan ramplones como predecibles; lo que no quiere decir que nos abstengamos de rechazar esos abyectos actos de vituperación, sin embargo, nos enorgullecemos de las molestias causadas, al fin y al cabo, ese es uno de nuestros objetivos.

Sacar la politiquería de la Unillanos

La Unillanos es un fortín burocrático, es una de las instituciones que sostiene a las casas clientelistas de la región con sus múltiples puestos de trabajo entregados como método para pagar “favores”, con la conductivización conveniente de contratos cuantiosos a empresas cercanas a los gobiernos de turno y a quienes los manejan; es un festín de repartija presupuestal que –tan solo para la vigencia fiscal de 2024– cuenta con más de 102 mil millones de pesos.

Rafaela Cortés: la recalcitrante y frívola gobernadora del Meta

El pasado 27 de junio Villavicencio volvió a presenciar esa oda paupérrima a la simbología del poder; una cabalgata a la que eufemísticamente la equiparan con “cultura y tradición”. Un acto deplorable que no es más que una muestra desesperada para ostentar el dominio a través del maltrato animal. En esta ocasión la promotora de esa pantomima fue la gobernadora del Meta –Rafaela Cortés–, que pese al antecedente de meses atrás insistió, desde su recalcitrante postura, en llevar a cabo esa farsa costumbrista.

Guillermo Cano

Guillermo Cano, aún se vale creer en Colombia

Desde ese momento pocas cosas han cambiado en Colombia con relación a los y las periodistas que deciden hasta arriesgar sus vidas para que la verdad surja, para que las denuncias ayuden a las autoridades en los procesos investigativos y para que las comunidades mantengan su creencia en el Estado y en las instituciones. El periodismo ayuda a construir confianza, teje redes comunitarias, es una especie de último eslabón para garantizar que la impunidad no impere y que triunfe el estado social de derecho. La autocensura a la que se someten algunos y algunas periodistas que se alían con el poder es uno de los gérmenes para que la corrupción siga campante y para la debacle de este noble oficio.

Su poder decisivo no termina en las urnas

Su poder decisivo no termina en las urnas

De forma categórica les decimos que no apoyamos ni coincidimos con candidatura alguna –ni a la gobernación del Meta, ni a la alcaldía de Villavicencio–, no existe una sola propuesta con bases sólidas, pensada y estructurada desde el reconocimiento del territorio, desde la juntanza con las comunidades, por el contrario; son apuestas mediocres, con diagnósticos repetitivos, proyectos grandilocuentes y programas de gobierno vendidos al mejor postor, con obras preconcebidas y ofertadas al reducido gremio de contratistas “bendecidos” de la región y alguno que otro charlatán.

Crítica

Una piedra en el zapato

Estamos en contra del contubernio con entidades territoriales; por lo que, nunca nos confabularemos con administraciones municipales, departamentales o nacionales que a partir de su dominio, coerción o persuasión sesgan el carácter crítico de los medios de comunicación. El discernimiento, la argumentación sólida y el control son la base de la labor investigativa que propugnamos en un país donde se criminaliza la crítica. Así que: nos vemos en el debate y en las calles.